Profundamente arrepentidos. Así se han mostrado ante los medios y la opinión pública de su país los japoneses Kento Momota y Kanichi Tago, jugadores
Profundamente arrepentidos. Así se han mostrado ante los medios y la opinión pública de su país los japoneses Kento Momota y Kanichi Tago, jugadores de bádminton que fueron descubiertos apostando en un casino ilegal. Una práctica que está totalmente prohibida en este país y que podría dejar a Momota, número dos del mundo, si acudir a los Juegos de Río.
“Estoy muy muy arrepentido por haber traicionado a todo el mundo de esta manera. Lo siento muchísimo”, decía un compungido Momota.
Según ha confesado Kenichi Tago, número 63 del mundo, fue él el responsable de llevar a Momota, una de las grandes esperanzas de Japón para los próximos Juegos Olímpicos, al susodicho casino ilegal.
“Mi único deseo en este momento es que todos puedan dar otra oportunidad a mi compañero”, imploraba Tago.
Momota, de 21 años, se convirtió el pasado mes de agosto en el primer japonés en conseguir una medalla en un Campeonato del Mundo. Ahora, un desliz, penado en Japón hasta con la cárcel, parece haberle cerrado las puertas de la cita por excelencia. La decisión final se toma este fin de semana.