La Cámara de Diputados aprobó por 367 votos a favor frente a 137 que el proceso contra Dilma Rousseff llegue al Senado. Si la cámara baja respalda la
La Cámara de Diputados aprobó por 367 votos a favor frente a 137 que el proceso contra Dilma Rousseff llegue al Senado. Si la cámara baja respalda la destitución obligará a la presidenta a separarse de su cargo durante 180 días, plazo durante el cual se deberá resolver el juicio por corrupción contra ella.
El respaldo a Rousseff del fiscal general brasileño Jose Eduardo Cardozo: “La presidenta está dispuesta a acordar cualquier solución en el marco de la democracia y el respeto constitucional. Nunca podremos aceptar rupturas constitucionales, situaciones que se definen como golpes de estado”.
El vicepresidente, Michel Temer, quedaría al frente del país de prosperar en el Senado la destitución de Rousseff. Rousseff ha acusado a Temer de ser el jefe de lo que ha calificado de “conspiración”.
Los nuevos movimientos populares indignados se han hecho presentes en este proceso con voz propia, como explica Allan dos Santos, portavoz del movimiento prodemocrático, Resistencia Popular: “El proceso de destitución está en marcha. Temer también será responsable. De hecho lo eligieron ellos. Va a rendir cuentas a los Estados Unidos, para que respeten a Brasil. El futuro nos dirá qué debemos hacer pero la calle seguirá detrás de él”.
Sobre el terreno, el enviado especial de euronews a Brasilia, Pierre Le Duff: “Los partidarios de la destitución de Dilma Rousseff están exultantes en la explanada de los ministerios. Es la reacción al voto de los diputados en lo que probablemente sólo marca el comienzo de una larga crisis política en Brasil”.