¿Podrá el equipo de Inglaterra hacer olvidar la violencia de los hooligans en el partido contra Rusia?

Más de 1 000 policías han sido desplegados en Marsella que, por segunda noche consecutiva, ha vivido enfrentamientos entre aficionados radicales ingleses, rusos y seguidores de la selección gala.
La zona de bares del Puerto Viejo ha sido el punto neurálgico de los altercados. La policía antidisturbiso tuvo que intervenir con gases lacrimógenos.
“Esto parecía, anoche, una guerra civil, pero la policía hizo su trabajo”, comenta Jean Patrick Berbera, propietario de un restaurante afectado por las peleas.
El partido de esta noche, uno de los cinco de esta Eurocopa clasificado de alto riesgo, ha movilizado, también, al Ejército y a 180 policías de 23 países que vigilan a través de drones y sistemas de geolocalización a los 70 000 hooligans y 20 000 aficionados radicales rusos.
“Creo que la prensa exagera un poco, no hubo tal violencia, solo aficionados ingleses que tratan de divertirse, cantando, es todo”, asegura un forofo británico.
Para evitar nuevos choques, la prefectura de policía ha previsto dos itinerarios diferentes para acceder al Vélodrome donde se disputa, esta noche, el partido Inglaterra-Rusia.