No tiene oposición.
No tiene oposición. El británico dominó la cronoescalada entre Sallanches y Megéve. Dejó a Tom Dumoulin sin triplete y al resto de rivales sin opciones.
Froome escribe así su nombre en la historia de un Tour que podría estar a punto de ganar. Sería el tercero para el corredor del Sky.
De los 17 kilómetros de recorrido en esta 18ª etapa, 14 eran en subida y los dos últimos en bajada. Tom Dumoulin, que ya tenía dos victorias en la ronda gala, marcó el mejor tiempo durante gran parte de la jornada. Parecía imposible batir a La Mariposa de Maastricht. El holandés vio cómo Richie Porte lo intentaba en el primer punto intermedio, pero luego se relajó al ver que el australiano no pudo mantener el ritmo. Pero esa sensación le duró poco. Justo hasta que el maillot amarillo entró en la meta para pulverizar su crono y alzarse con su segunda victoria en este Tour de Francia.
Faltan dos etapas en los Alpes, dos días en los que se espera lluvia, pero si no ocurre ningún imprevisto, el británico sumará su tercera victoria el domingo en París.