Tras la imposición del estado de excepción durante tres meses, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, reclamó de nuevo “mesura” al Gobierno turco tras el anuncio del estado
Tras la imposición del estado de excepción durante tres meses, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, reclamó de nuevo “mesura” al Gobierno turco tras el anuncio del estado de emergencia.
Le recordó a Erdogan que el Estado sólo debe actuar ante “la participación probada en actos delictivos y no ante presuntas inclinaciones políticas”.
En las calles de Ankara la oposición tiene pocas ocasiones de expresarse.
Un vecino de Ankara, Hasan Tayyar, asegura: “Creo que las cosas podrían empeorar aún más en un país donde no hay libertades. Probablemente tendremos menos libertades y más autoritarismo. El estado intentará reducir el nivel de conciencia de la gente lo que es malo, pero al menos podremos luchar por las libertades”.
Para Mehmet Yucek: “Lo que ha pasado es tremendo, al margen de si queremos y apoyamos al partido en el poder o no. Este golpe de estado es un error que debe ser corregido tan pronto como sea posible. Los que lo intentaron deben ser cesados de inmediato”.
En las calles de Estambul cientos de partidarios del presidente turco recep Tayp Erdogan duermen en parques y plazas. Erdogan pidió a la población que se mantuviera vigilante ante un hipotético rebrote golpista toda esta semana y que ocupara las plazas.
El actual estado de emergencia, permite a Erdogan gobernar por decreto, suspender derechos civiles y prohibir diarios.