La entrada no fue una entrada normal.
La entrada no fue una entrada normal. Sucedió en el encuentro de la Copa de Holanda entre el Ajax y el Willem II y supuso la primera vez en la que un árbitro se valió de la tecnología para expulsar al infractor.
Fue el asistente del colegiado quien, sentado en una furgoneta dotada de seis pantallas de televisión, rectificó al árbitro principal. Así, desde su posición en el Amsterdam Arena, le comunicó por pinganillo que la falta era merecedora de tarjeta roja y no de amarilla, como en un primer momento mostró. Fue en el estreno de este sistema en un partido oficial.
Danny Makkelie cambió 78 segundos después su decisión y expulsó al centrocampista visitante Anouar Kali. El futbolista del Willem II no se creía que había sido la primera víctima de la historia del colegiado sentado en una furgoneta.