Kakuma, Kenia: el mayor campo de refugiados del mundo alberga 14.000 niños sin padres

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Por Monica Pinna
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Hay 8 millones de niños refugiados en el mundo, un 75% más que hace cinco años.

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Hay 8 millones de niños refugiados en el mundo, un 75% más que hace cinco años. Para entender el papel de la educación en situaciones de emergencia, llegamos a Kakuma, en Kenia, uno de los campamentos de refugiados con mayor número de niños no acompañados del mundo.

Hay más de 16 millones de refugiados en todo el mundo. Más de la mitad son niños. Seis millones son niños en edad escolar primaria o secundaria. Sólo el 22% de los adolescentes refugiados reciben educación secundaria.

Kakuma, en Kenia, es uno de los mayores campamentos de refugiados del mundo. Alberga a unas 162.000 personas, principalmente de Sudán del Sur y Somalia.

También es el campamento que tiene un mayor número de niños no acompañados y solos: catorce mil menores de edad han venido aquí solos o con parientes, pero sin padres.

En Kakuma les dedican un especial cuidado. Las escuelas primarias aquí tienen una media de 140 estudiantes por clase, en el resto de Kenia la media es de 40. A pesar de eso, el campamento tiene una tasa de éxito académico del 96%, la más alta en el condado.

Collins Onyango es responsable del desarrollo del Programa educativo en el campamento por parte de la Federación Luterana Mundial: “Hoy en día hablamos de un 76% de matrícula en las escuelas primarias solamente, pero luego tenemos un gran porcentaje que está por encima de la edad escolar, el 40% de nuestros alumnos son realmente mayores de edad”.

Gatkuoth es de Sudán del Sur. Tiene 18 años y va a sexto curso, destinado a niños de 11 años. En su clase también hay un alumno de 45 años. Le encontramos en su aula: “Yo estaba en una mala situación, mi madre murió en 2000 y mi padre no tenía un buen trabajo. Por eso me quedé en casa durante 7 años sin ir a la escuela. He venido a la escuela a aprender. Quiero saberlo todo sobre este mundo”.

El padre de Gatkuoth murió durante la guerra. Para responder a situaciones como la suya, el Departamento de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea ha financiado un programa de educación acelerada ejecutado por la Federación Luterana Mundial, que dirige las 21 escuelas primarias de Kakuma y sus 5 escuelas secundarias.

La reportera de euronews Monica Pinna le pregunta al responsable de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, Jean-Marc Jouineau, por los adultos en la escuela primaria y los muchos niños que han perdido 5, 6, 7 años de clase por la guerra: “Desde luego que han perdido muchos años y lo que hacemos es intentar darles una educación comprimida en la que los ocho años en los que normalmente se da la educación infantil para ellos se reducen a cuatro, es decir, vamos a acelerar el proceso que va a permitirles poder ganar tiempo y eventualmente, acceder después a la educación secundaria”.

La organización de cuidados infantiles del campamento se ocupa de que los niños no acompañados reciben el apoyo que necesitan.
Gatkuoth fue a una familia de acogida perteneciente a su misma tribu del sur de Sudán. El niño ha visto asesinatos, palizas y peleas. Algo que le ha traumatizado. A pesar de los esfuerzos la situación es difícil para él y para su nueva familia.

Su madre de acogida, Dabora Nyanyuon, reconoce: “Estar con el niño es difícil porque no es fácil conseguir dinero suficiente para mantenerlo a él y a mis propios hijos. La solución podría ser llevar al niño al internado donde podría olvidar su trauma”.

Aid Zone - KenyaNos desplazamos a una parte más remota del campamento en la madrugada para visitar uno de los internados de Kakuma. Es uno especializado en niñas en riesgo.

Los estudiantes de la Escuela Primaria financiados y apoyados por la actriz Angelina Jolie ya han destacado por sus resultados en los exámenes nacionales. La educación es la clave para estos estudiantes con un pasado tan duro.

Una de las alumnas, Rose Hitimana, nos dice: “Puede serme útil el día de mañana. Sé que más adelante me quedaré sola y me puede ayudar con mis hijos Yo quiero aprender Quiero entender lo que es bueno o malo”.

Rose, sudanesa del Sur, de 15 años, es una de los 250 estudiantes de la escuela. Fue llevada al campamento a la fuerza. Ahora ha encontrado un lugar donde está a salvo, y donde puede ir a una escuela de alto nivel para estudiantes capacitados como ella: “Un antiguo vecino me secuestró y me trajo aquí a Kakuma, le pregunté por la escuela, le dije que quería aprender y él me contestó que no me había traído aquí para aprender, que me había traído como su mujer”.

Cada niña tiene un pasado que superar. La educación, puede darles recursos para vivir. En unos tres años, se espera que el programa de aprendizaje acelerado permita a la mayoría de los alumnos mayores pasar a la educación superior.

El desafío es encontrar los recursos para construir nuevas escuelas y aumentar la tasa de matriculación en la educación secundaria que ahora esta solo en el 2%.

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