La inflación en el Reino Unido se mantuvo estable en marzo aunque los precios aumentaron un 2,3% en comparación con el año anterior.
La inflación en el Reino Unido se mantuvo estable en marzo aunque los precios aumentaron un 2,3% en comparación con el año anterior.
Todo en consonancia con las previsiones de los analistas que, sin embargo, vaticinan tiempos difíciles para los británicos. De entrada, si hablamos en términos interanuales, el precio de los alimentos subió un 1,2% en marzo, su mayor alza en tres años.
Con este escenario, las ventas minoristas retrocedieron el doble de lo esperado el mes pasado (-1%).
La situación en su conjunto viene determinada por un lado, por una depreciación de la libra esterlina como consecuencia del “brexit” y, por el otro, por el aumento del precio del petróleo en los mercados internacionales. Ante esta situación, el Banco de Inglaterra (BoE) ha confirmado que no ve motivo alguno para un aumento de los tipos de interés.
Con Reuters