A Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, no se la sentado nada bien el nombramiento de un fiscal especial independiente para investigar la trama rusa. En su cuenta de Twitter ha dicho que se siente “víctima de la mayor caza de brujas a un político en la historia de Estados Unidos”. También se ha referido a “todos los actos ilegales que tuvieron lugar en la campaña de Clinton y la Administración Obama. Jamás se nombró un fiscal especial”.
Robert Mueller, exdirector del FBI, supervisará la investigación sobre la posible influencia de Rusia en las elecciones estodunidenses.
“Se puede iniciar una investigación especial, que será más reducida al principio, conforme se vaya avanzando, interrogando a personas y recogiendo documentos se irá ampliando. Y ese es el miedo de la Administración Trump, el hecho de que no esté restringida y que pueda ser como un pulpo con múltiples tentáculos”, ha Jessica Levinson, profesora de Derecho de Loyola Law School.
La oposición demócrata pidió una investigación independiente tras el fulminante despido del director del FBI, James Comey, la semana pasada.