Son imágenes tomadas desde un “bulldozer” de las fuerzas iraquíes que combaten contra el Dáesh en Mosul.
El militar que lo conducía arremetió contra un coche bomba que circulaba por el oeste de la ciudad y logró hacerlo estallar.
Sorprendentemente, el soldado logró salvar la vida. “Venía por la carretera y no sabía por dónde circular. Nos vino de frente. Trató de apartarse, así que le bloqueé y se inmoló”, relata el protagonista.
Naciones Unidas estima que cerca de 200.000 civiles más abandonarán en los próximos días el oeste de Mosul huyendo de los combates.
El pasado mes de octubre, el Gobierno iraquí lanzó una ofensiva para recuperar la segunda ciudad más importante del país, en manos de los yihadistas desde junio de 2014.
Desde entonces, 700.000 personas han sido desplazadas.