La inteligencia estadounidense sufre un enorme revés en China. Unas explosivas informaciones del New York Times ponen de relieve las dificultades que están encontrando los agentes de la CIA para llevar a cabo tareas de espionaje en el país asiático desde 2010. Según el rotativo estadounidense, al menos diez fuentes de la agencia han muerto en dos años y entre 18 y 20 han sido encarceladas.
Las causas de este desastre no están claras para los investigadores. Por un lado, los hay que sostienen que se ha producido a causa de algún infiltrado que estaría delatando a sus compañeros. Pero también existe la teoría de que Pekín ha logrado piratear el sistema de la CIA, teniendo acceso a las informaciones. Para el espionaje estadounidense, China supone una prioridad que cada vez resulta más inaccesible.