Por Euronews
Compartir esta noticiaComentarios
Por segunda vez en menos de una semana, el alpinista Kilian Jornet corona el Everest. Lo ha hecho de nuevo sin oxígeno artificial ni cuerdas fijas, batiendo además su propio récord con un tiempo de 17 horas.
En esta ocasión Jornet lanzó el ataque final desde el campo base avanzado, a 6.500 metros del altitud, mientras que el anterior ascenso lo había iniciado desde el monasterio Rongbuk, situado a 5.100 metros.
Con estos dos logros el escalador y ultramaratoniano español da por concluído su ambicioso proyecto Summits of my life, iniciado en 2012 y con el que pretendía ascender las cimas más emblemáticas en el menor tiempo posible.