Dos explosiones sacudieron este jueves por la mañana una planta química situada a 25 kilómetros al noroeste de la ciudad de Houston, en el estado de Texas. De esta planta, que se encuentra totalmente inundada desde el paso de la tormenta Harvey, sale ahora una densa columna de humo negro.
Las localidades cercanas a la planta habían sido evacuadas horas antes de las explosiones.
“Llevamos a cabo un seguimiento de la columna de humo para poder tomar decisiones sobre posibles evacuaciones. Este humo es muy peligroso. Pero estamos seguros de que ya no quedaba nadie en un radio de dos kilómetros antes de las explosiones”, ha explicado Brock Long, jefe de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias.
Las inundaciones en Texas han dejado decenas de miles de evacuados y al menos una treintena de muertos. Los servicios de rescate siguen trabajando para ayudar a aquellas personas que hayan podido quedarse atrapadas en sus casas.
Mientras, en algunas zonas de Houston, el agua ha dado un respiro a la ciudad sacando a la luz el calibre de los daños. Algunas familias han aprovechado para volver a sus casas e intentar recuperar aquellos bienes que, a pesar de estar empapados, todavía podrán ser utilizados.