Perú ha incautado en una operación coordinada en diversos puntos del país un cargamento de 1,3 toneladas de cocaína camuflada con un sistema que el ministro del Interior peruano calificó de muy sofisticado.
La droga estaba siendo transportada hacia México en forma de tubos sólidos fabricados con una mezcla de material sintético y cocaína.
El cargamento fue intervenido en los almacenes del puerto limeño del Callao, el de mayor tráfico marítimo de Perú.
Además detuvo en el mismo dispositivo a 17 personas, la mayor parte de ellas en la capital.
Entre los detenidos está el responsable de financiar la organización, un brasileño, y el químico encargado de mezclar la cocaína con el material sintético, el único que conoce la fórmula para volver la droga a su estado original en el punto de destino.