La segunda investidura de Uhuru Kenyatta como presidente de Kenia ha estado marcada por la violencia. La policía ha reprimido con dureza las protestas de miles de personas en los aledaños del estadio deportivo en el que el mandatario, cuya victoria no reconocen, ha tomado posesión del cargo.
Tensión en la investidura de Uhuru Kenyatta. El presidente de Kenia ha jurado en Nairobi su segundo mandato entre los aplausos de un estadio lleno a rebosar y los pitidos de miles de personas congregadas en los aledaños para protestar. La policía antidisturbios ha reprimido con violencia sus intentos de penetrar en el recinto deportivo. Hay varios heridos.
Los manifestantes se niegan a reconocer la victoria de Kenyatta en las presidenciales del pasado 26 de octubre, una repetición de las elecciones de agosto, cuyo polémico resultado anuló el Tribunal Supremo. Kenyatta ganó la última consulta con más del 98% de los votos, ya que el líder opositor Raila Odinga la boicoteó alegando dudas sobre su limpieza. La participación apenas alcanzó el 38%.
En esta misma jornada, la oposición había convocado a sus simpatizantes a un acto para recordar a las más de 60 personas que han muerto en las protestas postelectorales desde el pasado mes de agosto.