Las autoridades aeroportuarias tratan de recolocar a los viajeros en los vuelos previstos para las próximas horas, tras la reapertura del aeropuerto internacional de la isla indonesia. Las pistas llevaban casi tres días cerradas por la nube de cenizas y humo expulsada por el volcán Agung.
"La primera erupción no fue tan mala, pero la cosa podría empeorar. Así que al estar en esta zona no demasiado alejada del volcán, ya que estamos a solo unos 70 kilómetros, si la situación empeora nos iremos hacia otro lugar más alejado", dice un turista australiano.
La alternativa para los turistas es salir de Bali en transbordador para volar desde otros aeropuertos indonesios.
El monte Agung se asienta en el llamado cinturón de fuego del Pacífico, con más de 120 volcanes en actividad. Unas 140.000 personas tuvieron que ser evacuadas, aunque muchas de ellas pudieron regresar a sus hogares a finales de octubre, al descender la actividad volcánica.