La mítica marca italiana de sombreros tiene una deuda millonaria de su anterior dueño.
Borsalino, en quiebra. Los elegantes sombreros de fieltro de esta marca italiana llegaron a protagonizar una película con su mismo nombre, "Borsalino" en 1970. También se pudieron ver en la célebre "Casablanca" afianzándose, aún más, como emblema de la artesanía italiana. Su deuda, de unos 30 millones de euros, ha llevado a un tribunal a declarar en quiebra a la compañía que cuenta con unas 130 personas en plantilla.
El anterior dueño de la marca y responsable de la deuda fue detenido en 2015 en Suiza y condenado por fraude y evasión fiscal. Su actual propietario, que ya ha pagado parte de lo debido, cree que pueden seguir produciendo sin problemas al menos seis meses más, porque hay demanda e incluso asegura que se han contratado a algunos trabajadores nuevos. De momento el juez ha nombrado a dos administradores para gestionar todas las operaciones. A partir de junio del año que viene estos sombreros podrían tener un nuevo dueño.