Después de 47 días de huelga, los médicos bolivianos han decidido volver al trabajo, pero no otros sectores, como los camioneros, que este lunes cortaron numerosas carreteras.
Bolivia sigue en guerra contra el nuevo Código Penal impulsado por el Gobierno de Evo Morales.
Los médicos han decidido volver al trabajo, después de 47 días de huelga que ha puesto en jaque a la Sanidad, pero otros sectores han tomado el relevo, entre ellos, el transporte pesado.
Los camioneros bloquearon este lunes numerosas carreteras. La Policía utilizó gases lacrimógenos y cargó contra los manifestantes para despejar las vías. El Gobierno asegura que el transporte internacional con Perú, Chile y Argentina no se va a ver afectado, pero los camioneros lo niegan.
A los empleados del sector sanitario les indigna, en particular, un artículo del nuevo Código Penal que prevé penas incluso de cárcel por mala praxis médica, mientras los transportistas dicen que el texto legislativo penaliza su trabajo.
Ante la dimensión de las protestas, el Legislativo ha anunciado que va a derogar los artículos denunciados por médicos y transportistas, pero descarta la anulación completa del polémico Código. Para el presidente, Evo Morales, todo esto es fruto de una "conspiración" de la oposición.
"Son otros los intereses que guían a la dirigencia médica, que aliada con sectores de la oposición intenta llevar a cabo una conspiración política antidemocrática", dijo Morales en un discurso televisado.
Este movimiento social, en el que también toman parte profesores, periodistas y hasta congregaciones religiosas, se produce cuando el rally Dakar está a punto de llegar a Bolivia.
El ministro de Desarrollo Rural afirma en un tuit que la intención del paro es "perjudicar al país y dañar la imagen de Bolivia ante el Dakar".