Con una multitudinaria misa ante más de un millón de personas en Lima el papa Francisco ha concluido este domingo su viaje de cerca de una semana a Chile y Perú. Un viaje en el que ha mantenido un duro discurso contra la corrupción política.
Con una multitudinaria misa ante más de un millón de personas en Lima el papa Francisco ha concluido este domingo su viaje de cerca de una semana a Chile y Perú. Un viaje en el que ha mantenido un duro discurso contra la corrupción política. En su homilía el Pontífice también habló de las ciudades, donde existen "las situaciones de dolor e injusticia que a diario se repiten".
El fervor de los peruanos contrasta con la acogida más bien fría de su etapa en Chile, país sacudido por la polémica de los escándalos de pedofilia. El mismo papa defendió al obispo de Osorno, Juan Barros, y consideró que las acusaciones en su contra eran una calumnia ya que no había pruebas. En una pancarta en Lima, se podía leer: "Francisco, aquí sí hay pruebas".
Antes de volver al Vaticano el papa ha mantenido una breve reunión con Kuczysnki en el marco de la ceremonia de despedida.