El presidente del país, Abdo Rabo Mansur Hadi, antiguo aliado de los secesionistas se ve olbigado a huir del palacio presidencial de la ciudad mar´ítma.
Los separatistas del sur le ganan la partida al presidente del Yemen. La ciudad de Adén, donde comenzó la revuelta el pasado domingo, ya está bajo control de los sublevados, antiguos aliados del jefe de Estado. El Gobierno está confinado en el palacio del enclave ya que la capital del país, Saná, está manos de los rebeldes del movimiento chií de los hutíes, respaldados por Irán, mientras que el máximo responsable del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, vive en Arabia Saudí. Los enfrentamientos, según la Cruz Roja, se han cobrado la vida de al menos 38 personas y más de doscientas han resultado heridas. Los secesionistas le habían dado a Hadi hasta el domingo para que destituyera al Ejecutivo al que habían acusado de corrupción y mala gestión.