Las inclemencias climatológicas obligan a los organizadores a variar el programa para salvaguardar la integridad física de los deportistas. Las fuertes ráfagas de viento han obligado a aplazar varias pruebas de esquí alpino
Compiten contra sus adversarios y contra el tiempo. Las inclemencias climatológicas marcan la agenda diaria de los Juegos Olímpicos en Pyeongchang y obligan a los organizadores a variar el programa establecido para salvaguardar la integridad física de los deportistas. Las fuertes ráfagas de viento que se registraron en la zona este lunes obligaron a aplazar, por segundo día consecutivo, la disputa de las pruebas de esquí alpino.
"La velocidad del viento, que es de entre 5 y 10 metros por segundo, es muy elevada y dificulta mucho las competiciones", declara el portavoz del Comité Organizador de los Juegos.
Ante esta situación, el Comité Olímpico Internacional, COI, antepone la salud de los deportistas a las pruebas.
"Lo principal es la seguridad de los deportistas. Confiamos en la gran experiencia que cada federación tiene en su correspondiente deporte", declara Mark Adams. "Resulta complicado reorganizar el calendario pero nunca tomaríamos una decisión que pusiera en peligro la seguridad de los deportistas", añade el portavoz del COI.
Entretanto, el tiempo no da tregua. Se prevé que la temperatura baje hasta veinticinco grados bajo cero esta semana pero, con el viento, la sensación de frío es todavía mucho mayor.