El caso presentado por el líder de ultraderecha del Partido de la Libertad ha sido desestimado.
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Los ciudadanos tienen derecho de "levantar el dedo del medio" o insultar a los políticos, siempre y cuando tengan una justificación detrás de la acción, según ha dictaminado un tribunal austriaco.
El vicecanciller de Austria Heinz-Christian Strache había acusado a un grupo de activistas de extrema izquierda de "insultos públicos" después de que publicaran un vídeo que lo atacaba en las redes sociales. Sin embargo, el tribunal de apelación de Viena desestimó la denuncia por motivos de libertad de expresión.
El derecho a una opinión política "provocativa y chocante" es una "parte fundamental de la libertad de expresión", sentenció el tribunal, confirmando una decisión anterior de un tribunal inferior.
El grupo Linkswende Jetzt, o "Izquierda Ahora", produjo un vídeo que ofrecía una serie de razones para que los partidarios declararan "Al diablo con Strache" y levantaran sus dedos medios al líder del partido de extrema derecha.