El recuento de votos en Egipto ha comenzado con una sola incógnita, la tasa de participación, que mostrará el apoyo social al presidente al Sisi, que llegó a las urnas con la victoria garantizada.
En Egipto recuentan los votos de unas elecciones presidenciales que han durado tres días y en las que solo hay una incógnita, cuál ha sido la participación.
La victoria del presidente saliente Abdel Fatah al Sisi está asegurada. Su único rival ha sido Musa Mustafa Musa, jefe de un minúsuculo partido liberal desconocido por la mayoría. El resto de potenciales candidatos están en la cárcel o han sido presuntamente presionados para que se retiraran de la carrera electoral.
Con la oposición llamando al boicot en una elecciones que consideran una 'farsa', la participación se ha convertido en un factor clave. De ahí que desde el poder se haya hecho todo para incitar a los votantes a acudir a las urnas, desde ofrecer comida en los colegios electorales a llenar el espacio público y los medios de entusiastas manifestaciones de patriotismo. Los resultados de estas presidenciales se conocerán el 2 de abril.