Canadá anuncia la decisión tras meses de investigación para esclarecer el porqué de mareos, migrañas e insomnio que comenzaron a padecer diez de sus trabajadores en La Habana en el otoño de 2017.
Las autoridades canadienses han informado que los familiares de sus diplomáticos en la Habana deberán volver a su país. Esta decisión llega tras meses de investigación para esclarecer el porqué de mareos, migrañas e insomnio que comenzaron a padecer diez de sus trabajadores en la capital cubana en el otoño de 2017. Hasta que no se sepa el origen, la embajada canadiense en Cuba tendrá el carácter de 'puesto no acompañado', lo que significa que los diplomáticos destinados allí no podrán estar junto a sus familiares, algunos de los cuales también se han visto afectados.
A pesar de la incertidumbre, algunas fuentes en Washington atribuyen estos efectos a un supuesto ataque sónico generado por aparatos acústicos capaces de provocar daños cerebrales. Sin embargo, el Gobierno cubano niega toda implicación y Canadá juzga improbable tal escenario. El caso canadiense no es aislado. El año pasado, 24 diplomáticos estadounidenses en La Habana también comenzaron a sufrir lesiones sospechosas aún sin diagnosticar. Un misterio que aún está por resolver.
Lea aquí el comunicado oficial de la Embajada de Canadá en Cuba.