El caso aviva el temor a que los ciudadanos de la Unión Europea puedan verse privados de sus derechos una vez se haya consumado el "brexit"
Arrecian las críticas contra el gobierno británico por el trato que está dando a la llamada generación Withrush.
Llegaron a Reino Unido procedentes del Caribe a mediados del siglo pasado cuando el país necesitaba mano de obra para la reconstrucción, y ahora sus descendientes han quedado atrapados en un laberinto burocrático que les está privando de sus derechos. Algunos han recibido cartas en las que se les informa de que residen ilegalmente en el país, lo que podría conducir a su deportación.
La primera ministra ha tenido que disculparse. "Quiero dejar absolutamente claro que no tenemos intención de pedir a nadie que se vaya, que tienen derecho a quedarse", ha dicho Theresa May. "Y a aquellos que han recibido erróneamente una carta, quiero pedirles disculpas".
El tema ha avivado los temores entre los ciudadanos de la UE que residen en Reino Unido y que temen sufrir una situación similar una vez el país salga del club comunitario..
El coordinador del Parlamento Europeo para el brexit, Guy Verhofstadt, ha sido categórico en su condena y ha exigido "plenas garantías" para evitar una "pesadilla burocrática".
Londres ha tratado de calmar las aguas recordando que estas garantías quedaron claramente establecidas en el acuerdo de marzo".