Miles de personas se manifestaron el martes en el exterior de la cámara para dejar clara su oposición al Parlamento dominado por el partido Fidesz y al Gobierno de Viktor Orbán
El nuevo Parlamento húngaro ha quedado constituido en medio de protestas ciudadanas. Miles de personas se manifestaron el martes en el exterior de la cámara para dejar clara su oposición al legislativo, dominado por el conservador partido Fidesz, y al Ejecutivo de Viktor Orbán, quien prestará juramento como primer ministro este jueves.
"Hemos querido venir aquí porque no nos gusta el sistema electoral. Y no nos gusta porque es tremendamente desproporcionado. Tampoco nos gusta la oposición, por no hablar del gobierno", decía un manifestante.
Durante la tercera movilización posterior a los comicios de abril volvieron a ondear banderas de la Unión Europea.
"Espero que poco a poco, tal vez en uno o dos años podamos construir algo desde abajo, y tal vez sigamos adelante, y podamos dejar atrás este gobierno antidemocrático que quiere expulsarnos de Europa", afirmaba otra manifestante.
Entre las primeras medidas previstas por el nuevo Parlamento está enmendar la Constitución para blindar a Hungría contra la inmigración y adoptar nuevas leyes para limitar el funcionamiento de las oenegés.