El cineasta franco-polaco fue expulsado recientemente de la Academia por no cumplir las normas de conducta de la organización, establecidas en enero tras la aparición del movimiento "#MeToo"
A Roman Polanski no le ha sentado nada bien su expulsión de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas estadounidense y pide una audiencia para defenderse. Se le acusa de no cumplir las normas de conducta de la organización, establecidas en enero tras la aparición del movimiento "#MeToo" que denuncia los abusos sexuales en la industria del entretenimiento. Hace unos días el cineasta franco-polaco calificó al movimiento de "histeria colectiva" e "hipocresía".
El octogenario, ganador de un Oscar, considera ilegal la decisión de la Academia. Polanski está acusado de violar a una menor en Estados Unidos en 1977. Varias mujeres le acusan además de abusos sexuales.