El partido conservador SDS acude como gran favorito, con una política similar a la de Orban en Hungría
Eslovenia afronta sus octavas elecciones desde su independencia en el año 91 de la antigua república yugoslava. Unos comicios que llegan con una semana de adelanto por la dimisión del primer ministro, el liberal Miro Cerar, en marzo, debido a divergencias dentro de la coalición de Gobierno.
El conservador Partido Demócrata del ex primer ministro Janez Jansa se presenta como gran favorito. Los sondeos le otorgan entre el 25 y el 30% de los votos, aunque la falta de posibles socios de coalición puede mantenerlo fuera del gobierno. El partido del Centro Moderno del ex primer ministro Cerar, sin embargo caería al 10% de los sufragios frente al 35 que obtuvo en 2014. El mismo 10% obtendrían los socialdemócratas.
Los analistas valoran la buena campaña de la derecha: "Esta campaña electoral fue realmente brillante para los estándares eslovenos, en el SDS copiaron muchas cosas que había hecho Fidesz en Hungría, muchas cosas que hicieron los republicanos ultraconservadores estadounidenses en su campaña electoral. Mezcló todo esto, y realmente funcionaron muy bien", asegura Miha Kovac.
La política antimigratoria del SDS parece contentar a gran parte del electorado tras la entrada en el país de cerca de medio millón de inmigrantes camino a Europa Occidental. Una política de corte nacionalista similar a la del húngaro Viktor Orbán, que les ha acompañado endos de sus mítines.