La disputa y las tensiones entre el presidente francés y su homólogo italiano parecen difuminarse
El mecanismo de Dublín para gestionar la inmigración y tramitar las solicitudes de asilo no funciona.
Y tanto el nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, como el presidente francés, Emmanuel Macron, piden su reforma. Reunidos en el Elíseo, tras una semana turbulenta por las acusaciones mutuas en la gestión de su política migratoria, ambos han coincidido en la necesidad de cambiar el marco europeo para responder al "desafío migratorio".
"El reglamento de Dublín debe cambiar. Italia es radicalmente en contra de la propuesta de reforma actualmente en discusión. Italia está preparando su propia propuesta. El concepto mismo del Estado de recepción tiene que replantearse, quien pone un pie en Italia pone un pie en Europa, debemos consolidar el concepto de frontera europea", ha dicho Giuseppe Conte.
Más seguridad pero también mayor solidaridad entre los Estados miembros para asumir el coste que supone la gestión de la inmigración para los países receptores.
"Francia, con las cifras en la mano, ha recibido desde principios del año un gran número de peticiones de asilo que no son de personas que entran por primera vez en la zona Schengen. Son personas que ya provienen de otros países, principalmente de Alemania pero también de otros países Schengen. Y, según nuestras reglas, estas personas a las que me he referido tienen que volver a esos países de entrada y sólo entonces repatriadas a sus países de origen. Son reglas insostenibles", ha indicado Macron.
Según el presidente francés, su país ha recibido 26.000 peticiones de asilo en los cuatro primeros meses de 2018, mientras Italia ha registrado 18.000 durante el mismo periodo.
En todo el año pasado Francia recibió casi 100.000 solicitudes, Italia un total de 129.000.