Poco ha durado la alegría del reencuentro de los niños separados de sus familias en Estados Unidos por la aplicación de la Ley de inmigración Trump. Una vez que los niños han empezado a contar a sus padres lo ocurrido han empezado las denuncias: hambre, frío, malos tratos ...
Poco ha durado la alegría del reencuentro de los niños separados de sus familias en Estados Unidos por la aplicación de la Ley de inmigración de Donald Trump.
Una vez que los niños han empezado a contar a sus padres lo ocurrido mientras estuvieron en centros de detención o en centros de acogida se han encendido las alarmas y han empezado la peticiones para que se investiguen las denuncias de abusos.
Identifica a varios niños brasileños y guatemaltecos que fueron devueltos a sus padres, que declaran haberse sentido como "prisioneros" durante las semanas que pasaron en el refugio. Allí han declarado que los responsables del centro los reñían, amenazaban e incluso prohibían el mínimo contacto físico entre hermanos.
En el centro de detención de inmigrantes de Texas, apodado La perrera, doscientos testimonios hablan de frío extremo, alimentos y agua en mal estado, amenazas de los guardias y malos tratos físicos incluso a niños de cinco años.
Por lo menos tres mil menores, que han sido separados de sus familias inmigrantes tan solo en la frontera con México. Deberán ser entregados a sus padres el próximo día 26, según ordenó un juez al Gobierno de Donald Trump.