Puede que se hayan apagado las llamas, pero todavía queda mucho que hacer. Después de uno de los incendios más mortíferos que se recuerda en Grecia los servicios de rescate recorren la ciudad de veraneo de Mati en busca de desaparecidos, heridos y fallecidos.
PUBLICIDADPuede que se hayan apagado las llamas, pero todavía queda mucho que hacer. Después de uno de los incendios más mortíferos que se recuerda en Grecia los servicios de rescate recorren la ciudad de veraneo de Mati en busca de desaparecidos, heridos y fallecidos. Buscan parcela por parcela, calle por calle, casa por casa. Hay muchos equipos de la Cruz Roja Griega en este área intentando localizar a los desaparecidos y rescatar a cualquiera que lo necesite.
Un equipo de rescate encuentra a una mujer herida en el interior de su vivienda. Había sido incapaz de desplazarse por sí misma hasta el hospital. Tiene los pies quemados y no puede caminar. Los equipos de rescate han estado trabajando a contra reloj en situaciones difíciles y temperaturas muy elevadas. Ella ha tenido suerte. Los residentes afirman que unas 40 personas permanecen desaparecidas. Las opciones de encontrarlos con vida disminuyen según pasan las horas.
Desafortunadamente no hay muchas esperanzas de encontrar supervivientes. Sin lugar a dudas Mati ha sido dañada y quizá cambiada para siempre.
Un residente declaraba a Euronews que Mati había sido borrada del mapa y el responsable de la Cruz Roja afirma que alrededor de 2 500 hogares se han visto dañados.
La sensación en Mati es sombría. Algunos vuelven a sus hogares que han sido devorados por las llamas y dan cuenta de lo que han perdido. En algunos casos familiares y amigos, para otros sus hogares, coches, todas sus posesiones. La sensación es de tragedia.
Aunque no todo es tragedia. Lo más alentador ha sido ese sentimiento de solidaridad y movilización de la gente para apoyarse los unos a los otros.