Un joven mecánico de una aerolínea robó un avión de pasajeros en el aeropuerto Seattle-Tacoma, en el noroeste de Estados Unidos y estrelló la aeronave poco después, en un bosque en la isla de Ketron, en la Bahía de Seattle
Puso fin a su vida de una forma inusitada. Un joven mecánico de una aerolínea robó un avión de pasajeros en el aeropuerto de Seattle-Tacoma, en el noroeste de Estados Unidos y estrelló la aeronave poco después, en un bosque en la isla de Ketron, en la bahía de Seattle.
El aparato robado para llevar a cabo la acción suicida, al que siguieron dos cazas de la Fuerza Aérea estadounidense durante un tiempo, antes de que se estrellara, pertenecía a la compañía Horizon Air. Tenía capacidad máxima para 90 pasajeros pero se encontraba vacío en el momento del robo y posterior accidente, que se produjo alrededor de las 20:00 horas del viernes.
"No hay indicios de que se trate de un ataque terrorista o de cualquier otro tipo", declaraba Paul Pastor. "Al parecer, lo hizo alguien que cometió una estupidez, un error que ha pagado con su vida" añadía el sheriff del condado de Pierce.
Una serie de acrobacias en el aire o a la falta de nociones de vuelo del improvisado piloto pudieron causar el accidente del avión, apenas quince minutos después de despegar de un aeropuerto en el que se vivieron momentos de incertidumbre y caos.
