Los conductores europeos han pagado más de 150.000 millones de euros de gasolina de lo que habrían gastado si sus coches se hubieran comportado en las carreteras como en las pruebas oficiales. Así lo refleja un nuevo informe de la organización europeaTransporte y Medioambiente.
Los conductores europeos han pagado más de 150.000 millones de euros de gasolina de lo que habrían gastado si sus coches se hubieran comportado en las carreteras como en las pruebas oficiales. Así lo refleja un nuevo informe de la organización europea Transporte y Medioambiente.
Los fabricantes de automóviles evaluaron legalmente las pruebas de ahorro de combustible durante muchos años como la utilización de neumáticos muy duros o quitando equipos para hacer que los autos sean más ligeros.
Los alemanes habrían pagado desde 2000 unos 36.000 millones de euros y los británicos más de 24.000 millones, mientras que los españoles habrían gastado unos 12.000 millones.
Una nueva prueba de laboratorio más realista ya está en marcha, pero la Comisión Europea descubrió en julio que también estaba siendo trucada por los fabricantes de automóviles.
Esto significa que el incremento de la eficiencia de combustible que demanda la UE como parte de su lucha contra el cambio climático aún se está socavando y los conductores continuarán usando más gasolina de lo que los legisladores querrían y los conductores continuarán usando más combustible de lo que los legisladores querían.