¿Qué futuro para los refugiados palestinos? En Jordania, al igual que en el Líbano, en Siria y en los territorios palestinos, cunde la inquietud después de que EE.UU. haya dejado de financiar la UNRWA, la agencia de la ONU que garantiza su seguridad y educación.
La preocupación cunde entre los refugiados palestinos en Jordania, pero también en el Líbano, en Siria y en los territorios palestinos, tras la decisión de Estados Unidos de cortar por lo sano sus contribuciones a la agencia de la ONU que garantiza su salud y educación. Cientos se han manifestado ante la sede de la UNRWA en Amán contra esta medida.
Estados Unidos, uno de los principales contribuyentes de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos, anunció el viernes que deja de financiar esta organización, a la que acusa de tomar decisiones políticamente sesgadas.
Netanyahu aplaude la decisión de EE.UU.
El primer ministro israelí, Benjamí Netanyahu, ha aplaudido la decisión de la administración Trump porque, en su opinión, con ella se empieza a "solucionar el problema" de los refugiados.
El jefe del goberno israelí acusa a la agencia de la ONU de perpetuar el conflicto palestino-israelí al mantener la idea de que millones de palestinos siguen siendo refugiados con derecho a regresar a sus tierras, de las que huyeron o fueron expulsados durante la creación del Estado de Israel.
La UNRWA garantiza salud y educación a más de tres millones de refugiados
El organismo de Naciones Unidas da en la actualidad ayuda a más de tres millones de refugiados palestinos, de los cinco millones censados, tanto en los territorios palestinos, como en Líbano, Jordania y Siria. Esa ayuda hace funcionar una red de más de 700 colegios y centros de salud.
Washington ha sido durante décadas el principal donante de la agencia y el pasado año aportó 364 millones de dólares, cifra que se esperaba que repitiese este año. Sin embargo, la administración Trump ha decidido cortar sin más su contribución, lo que suma a la agencia onusiana en la peor crisis financiera de su historia y deja en el limbo el futuro para la educación y la salud de millones de palestinos.