El ultraderechista Bolsonaro arrasa con el 46 % de los votos en primera vuelta, a un paso de hacerse con la presidencia. Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores, obtiene el 28,8 % y tratará de crear un frente anti-Bolsonaro de cara a la segunda ronda.
PUBLICIDADLa primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil ha sido como un electrochoque para el país. Jair Bolsonaro, el candidato ultraderechista, que luce con orgullo su carácter autoritario, racista, machista y homófobo, ha arrasado en las urnas.
Con el 46,3 % de los votos, frente a al 28,8 % de Fernando Haddad, Bolsonaro no solo ha obtenido resultados mejores de lo que vaticinaban los sondeos sino que se ha quedado a solo un paso de hacerse con la presidencia de Brasil en primera ronda.
A través de las redes sociales, el candidato ultraderechista ha conminado a sus seguidores a seguir movilizados las tres semanas que quedan hasta la segunda vuelta. (...) También ha hecho planear la duda de un supuesto fraude electoral: "Si pudiéramos confiar en el voto electrónico, ya tendríamos el nombre del futuro presidente de la República", afirmó.
Para el Partido de los Trabajadores, que ha gobernado 13 de los últimos 15 años, este resultado es un mazazo. Fernando Haddad, el candidato designado por Lula da Silva, ha hecho un llamamiento a la unidad de los demócratas.
"Nosotros queremos unir a los demócratas de Brasil. Queremos unir a las personas que se preocupan por los más pobres de este país, tan desigual. Queremos un proyecto amplio para Brasil, profundamente democrático, pero también que busque, de forma incansable, la justicia social".
Brasil ha salido de esta primera vuelta más polarizado que nunca. Bolsonaro ha sabido aprovecharse del rechazo que provoca el Partido de los Trabajadores entre parte del electorado y de la imposibilidad del encarcelado Lula de ser candidato.
Ciro Gomes, que ha quedado tercero con el 12 % de los votos, ya ha anunciado que apoyará a Haddad. Habrá que ver si un eventual frente unido contra Bolsonaro consigue igualar las fuerzas de cara a la segunda vuelta.