Muere Eduardo Arroyo, pintor maestro de la "figuración narrativa"

Muere Eduardo Arroyo, pintor maestro de la "figuración narrativa"
Por Euronews
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button
Copia/pega el link embed del vídeo de abajo:Copy to clipboardCopied

Arroyo deja una obra políedrica que pasa de la pintura o la obra gráfica, llena de guiños, protestas, elementos de la cultura pop, el cómic, a la escultura o a literatura.

PUBLICIDAD

Eduardo Arroyo, uno de los máximos exponentes de la llamada "figuración narrativa", murió el domingo en Madrid a los 81 años.

Se exilió en París en 1958, donde permaneció hasta la llegada de la democracia a España a finales de los años setenta.

Deja una obra poliédrica que pasa de la pintura o la obra gráfica, llena de guiños, protestas, elementos de la cultura pop, el cómic, a la escultura o a literatura con una obra que va de la denuncia a la biografía, pasando por el teatro.

En sus lienzos quedan presentes sus obsesiones, con el boxeo como bandera. Los retratos, los recursos a los iconos de la historia, el rechazo a los totalitarismos.

Premio Nacional de Artes Plásticas, Caballero de las Artes y las Letras de Francia ha obtenido en vida el reconocimiento pleno a una creatividad impactante, sugerente que escondía una historia en cada cuadro.

Nunca abandonó su vocación literaria y publicó en 1974 Treinta y cinco años después, denuncia contra el régimen franquista. En 1986 estrenó en Múnich su primer drama, Bantam. Su autobiografía Sardinas en aceite molestó en todos los ámbitos culturales que describía.

Ha expuesto regularmente en los principales centros artísticos de Europa y América. Sin embargo, en España fue prácticamente desconocido durante años. Su primera exposición, en 1963, fue clausurada por la censura. Años después, al ser nombrado comisario de la Bienal de Valencia, fue detenido en esta ciudad y reclamado por el llamado Tribunal de Orden Público, el sostén jurídico de la dictadura.Ya en democracia, en España realizó diversas muestras, como la antológica de 1982 en la Biblioteca Nacional de Madrid.

Como Oscar Wilde puso solo su talento en su obra, su genio en su vida. Inteligente, critico, torrencial, en la distancia corta era un conversador tremendamente rico y un espectáculo tan divertido como original.

Fuentes adicionales • Enrique Barrueco (Voz en off)

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

NO COMMENT: Las espectaculares salas del Museo de la Luz

Vuelve a Madrid Arco 2024 la mayor Feria de arte de España con una notable participación femenina

Lo mejor del arte pop aterriza en el Museo Guggenheim de Bilbao