Explicamos cómo se desarrolló la jornada que, hace 100 años, sellaba el fin de la I Guerra Mundial
Fue un 11 denoviembre de 1918.
Ese día, a las 11 de la mañana, las campanas resonaron en todas las ciudades y pueblos de Francia. En el frente, las cornetas indican el alto el fuego.
Esta vez, la Gran Guerra finalmente terminaba después de cuatro años de atroz lucha que mató a casi 10 millones de personas.
El armisticio por el cual los alemanes reconocen su derrota se firmó a primera hora de la mañana, a las 5, en un vagñon estacionado en el claro de Rethondes, en el bosque de Compiègne, al norte de París.
En París cientos de personas aplauden al jefe del gobierno francés Georges Clemenceau. En Alemania, cuya tierra ha permanecido intacta durante todo el conflicto, gran parte del alivio viene acompañado de humillación.
Este sentimiento aumenta siete meses después con la firma del tratado de paz de Versalles. Los términos del tratado serán tan duros que los alemanes lo considerarán un verdadero dictado. Para muchos historiadores, el sentimiento de humillación alimentará el auge del nazismo, que llevará a la Segunda Guerra Mundial.