Pakistán ha vuelto a ser escenario de una jornada sangrienta, en la que 32 personas han muerto en dos ataques perpetrados este viernes.
Pakistán ha vuelto a ser escenario de una jornada sangrienta, en la que 32 personas han muerto en dos ataques perpetrados este viernes.
A primera hora de la mañana un terrorista suicida hizo explotar las bombas que portaba en en el bazar de Orakzai, que a esa hora se encontraba lleno de gente realizando sus compras. 25 personas murieron y más de 30 resultaron heridas.
El otro ataque se produjo en Karachi, en el consulado chino. Tres hombres armados intentaron entrar al edificio con un coche cargado de explosivos.
Los terroristas fueron abatidos antes de conseguirlo. También murieron dos policías y un padre y un hijo que habían ido a pedir un visado.
El Ejército de Liberación Baluchi, que busca la independencia de la provincia suroccidental de Baluchistán, reivindicó el ataque contra el consulado.
"El objetivo del ataque es claro: no toleraremos la expansión militar china en suelo baluchi", afirmó el grupo en un comunicado.