Cerca de 150 ballenas piloto han aparecido varadas en una bahía del extremo sur de Nueva Zelanda. Muchas estaban ya muertas cuando fueron localizadas y las que aún respiraban estaban tan débiles que tuvieron que ser sacrificadas.
Vista desde un helicóptero, la imagen es apocalíptica: decenas de ballenas tendidas en una playa del extremo sur de Nueva Zelanda, muertas o moribundas.
Un excursionista fue el que alertó este fin de semana del macabro descubrimiento. Por razones desconocidas, unas 150 ballenas piloto quedaron varadas en la bahía Mason, en la isla Steward.
Las ballenas que aún estaban vivas tuvieron que ser sacrificadas
La ballena piloto, también llamada calderón común, es un ejemplar de frente abombada que puede alcanzar los 7 metros. En Nueva Zelanda están acostumbrados a rescatar estos cetáceos cuando quedan varados en las costas, pero esta vez no se pudo hacer nada por ellos. El lugar era demasiado remoto y las ballenas que aún vivían estaban tan debilitadas que tuvieron que ser sacrificadas.