Nuevo gesto de López Obrador. En una de sus primera decisiones como presidente de México, ha firmado un decreto por el que crea una comisión de la verdad para descubrir qué ocurrió y quién fue responsable de la desparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Andrés Manuel López Obrador está dispuesto a dar una patada en el hormiguero. En una de sus primeras decisiones como presidente mexicano ha firmado un decreto por el que crea una comisión de la verdad para descubrir lo que ocurrió a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y depurar responsabilidades.
AMLO firmó el documento en el Palacio Nacional en presencia de los padres de los jóvenes, que llevan más de cuatro años luchando al grito de 'Vivos se los llevaron. Vivos los queremos". Ante el presidente corearon del 1 a 43 antes de gritar 'Justicia'.
López Obrador les ha prometido que no habrá impunidad. "Que pronto conozcamos la verdad, que haya justicia y se ponga un ejemplo, para que nunca más se violen derechos humanos en nuestro país", señaló.
"Yo le pido que usted sea más humano, señor -le suplicó María Martínez, una de las madres presentes-. Estamos depositando nuestra esperanza en usted. Son 43 jóvenes, cuando los recuperemos, señor, usted va a ser grande".
La reapertura de este caso, al que el expresidente Peña Nieto dio carpetazo simbólico antes de dejar el cargo, era una de las promesas electorales de AMLO.
Creación de una comisión de la verdad
En los próximos días se creará una comisión que integrará a padres de los estudiantes, miembros del Gobierno, expertos y técnicos. La investigación esta vez podrá entrar en lugares donde antes no pudo entrar, como el 27 Batallón de Infantería de Igualada, pese a las sospechas de que el Ejército tuvo un papel, por acción u omisión, en lo ocurrido.
La 'verdad' oficial rebatida por investigadores internacionales
De acuerdo con la versión oficial, en la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron detenidos por policías corruptos de Igualada y entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, que los habrían asesinado e incinerado en un vertedero municipal.
Esa versión ha sido rebatida por expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que denuncian fallas en las pesquisas y consideran imposible que los jóvenes fueran quemados esa noche en el vertedero.