Tras reunirse con la directora de la CIA, varios senadores republicanos han señalado que no tienen dudas de que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, es responsable de la muerte del periodista y exigen a Washington que tome medidas.
Senadores republicanos se han pronunciado en oposición abierta a Donald Trump en el caso Khashoggi. Tras mantener una reunión con la directora de la CIA, Gina Haspel, varios senadores republicanos han declarado a la prensa que no tienen ninguna duda de que el príncipe heredero saudí ordenó el asesinato del reportero Jamal Khashoggi.
El senador Bob Corker, jefe de la poderosa comisión de Asuntos Exteriores, dijo a la salida de la reunión que no tenía "ninguna duda de que el príncipe heredero Mohamed bin Salman ordenó el asesinato y supo en todo momento lo que sucedía. Si estuviera ante un jurado, sería declarado culpable en 30 minutos. La cuestión es ¿qué vamos a hacer ahora?"
Otro senador republicano, John Kennedy, utilizó términos muy duros al señalar que "Mataron al señor Khashoggi como a un cerdo. Debemos condenar lo ocurrido en los términos más enérgicos. Solo quiero encontrar la forma de hacerlo sin hacer explotar Oriente Medio".
"Puede que no haya una pistola humeante, pero hay una sierra humeante" afirmó el senador Lindsey Graham, refiriéndose al hecho de que Khasshoggi fue descuartizado.
Donald Trump no ha descartado que el príncipe bin Salman ordenara el asesinato, pero se ha escudado en la falta de certeza para dar carpetazo al asunto, explicando además que no quiere poner en riesgo la provechosa alianza económica y estratégica con los saudíes.
El periodista Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post, entró el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul y nunca salió con vida. Todo apunta a que un grupo de agentes saudíes les torturaron, asesinaron y descuartizaron.
Arabia Saudí han acusado del crimen a 11 personas, pero nadie ha inquietado al oscuro príncipe heredero.