Se han organizado cuatro marchas en París para mantener viva la lucha mientras el Gobierno de Macron intenta sofocar la crisis abriendo un debate
Los chalecos amarillos vuelven a la calle en Francia por undécimo sábado consecutivo.
Se han organizado 4 manifestaciones en París a lo largo de la jornada y por primera vez también una "noche amarilla", una concentración por la tarde en la Plaza de la República.
La protesta volvió a reunir a 84.000 personas en toda Francia los dos últimos sábados, pero están divididos ante la posibilidad de presentar una lista en las elecciones europeas. "Idealmente, debería haber un solo movimiento unitario, porque los intereses de la gente son los mismos para todos", dice uno de los manifestantes.
El movimiento de los "gilets jaunes" no se detiene mientras el Ejecutivo de Macron comienza a recuperar parte de la popularidad perdida y ha lanzado un gran debate nacional para intentar dar una salida a la crisis.
Sus principales reivindicaciones pasan por el aumento de los salarios y las pensiones, el mantenimiento de los servicios públicos de proximidad, el restablecimiento del Impuesto Sobre la Fortuna y el referendo de iniciativa ciudadana.