El informe critica las restricciones de los países europeos al impedir que los barcos humanitarios atraquen en puerto seguro.
Seis personas cada día. Un informe de ACNUR ha revelado el número de migrantes y refugiados fallecidos en 2018 al intentar cruzar el Mediterráneo. Los recortes en las operaciones de búsqueda y de rescate han sido el detonante para que el Mediterráneo se haya convertido en el paso migratorio con mayor cifra de muertes del mundo. En total, se ahogaron 2275 migrantes, mientras que 139.300 consiguieron llegar a suelo europeo, siendo esta la cifra más baja en cinco años. La más alta se alcanzó en 2015 al sobrepasar el millón.
El informe describe cómo los cambios en las políticas europeas han provocado que un gran número de personas queden a la deriva durante días, a la espera de un puerto donde atracar. Una realidad que no parece sorprender a los gobernantes europeos y que es criticada por Filippo Grandi, Comisario de Naciones Unidas para los Refugiados:
"Es una carrera entre los países para no acoger a nadie. Una carrera negativa y anti solidaria que los gobiernos están realizando por motivos políticos. Dejan a un lado su responsabilidad y en lugar de llevar a cabo el simple gesto de acoger a unas cuantas personas en su país, lo que hacen es cargar los unos contra los otros".
En lo que llevamos de año, 5.685 personas han alcanzado Europa por mar mientras que 207 han perdido la vida. Sus principales lugares de origen son Guinea Conakry, Marruecos y Mali.