El acceso a Venecia va a ser más complicado en los próximos años a menos que hagan los turistas reserven con antelación a través de un sistema por Internet.
El acceso a Venecia va a ser más complicado en los próximos años a menos que hagan los turistas reserven con antelación a través de un sistema por Internet.
Forma parte de las medidas anunciadas por el alcalde Luigi Brugnaro para hacer frente al turismo de masa que afecta a la población local veneciana.
Brugnaro dijo que se animará a los turistas a reservar con antelación a partir de 2020.
La ciudad también pedirá a los visitantes que paguen una cuota de 3 euros a partir del 1 de mayo de este año, que ascenderá a 10 euros en 2020, dependiendo de la temporada.
Pero las medidas han sido criticadas por el ministro de turismo italiano, Gian Marco Centinaio.
"Es una medida inútil y dañina. ¿Queremos convertirnos en un país que repele al turismo?" preguntó Centinaio en Twitter.
Brugnaro defendió la nueva medida como "la única manera de contar el número de personas que visitan Venecia" y dijo que "a nadie se le negará el acceso, pero será más complicado para los que no reservan".
"El objetivo es hacer la ciudad más habitable" para los residentes y "reducir los costes extraordinarios" en los que incurre la ciudad debido al turismo de masas, como la recogida de residuos y el mantenimiento del patrimonio de la ciudad.
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Las personas que trabajen o estudien en la ciudad pero vivan fuera de ella estarán exentas del pago de la cuota, al igual que las personas que visiten la ciudad con fines médicos o administrativos. Los no residentes nacidos en Venecia, así como las personas que visitan a familiares que residen en la ciudad, también se espera que estén exentos.
Sólo unas 55.000 personas viven en la famosa ciudad lagunar, con unos 20 millones de turistas que la visitan cada año.
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo estima que el turismo generó 3.000 millones de euros en ingresos en 2016, lo que representa casi el 12% de la economía local.