El Brexit, una cuestión de pasaportes

Pase lo que pase finalmente con el Brexit, son muchos los trabajadores británicos que confían en poder moverse libremente entre los países europeos para trabajar. Entre ellos Simon Wallfich, músico profesional.
"Viajo mucho por la Unión Europea", nos cuenta Simon. "Alrededor del 50% de mi trabajo lo llevo a cabo dentro de la UE. Y personalmente, no veo ninguna forma de Brexit que nos lo vaya a poner más fácil de lo que ya lo tenemos. Ahora mismo podemos viajar a Berlín o a París tan fácilmente como viajamos a Manchester o Newcastle".
Simon Wallfisch es londinense, pero también es nieto de alemana. El inminete Brexit le ha empujado a convertirse en ciudadano de este país:
"Nos es difícil de entender", asegura el músico. "No significa que de repente sea alemán. También tengo la ciudadanía australiana a través de mi madre, y no voy por ahí hablando como un australiano, aunque a veces lo hago. Voy al extranjero y digo que soy australiano, aunque sólo sea para no tener que hablar del Brexit", bromea.
Lo cierto es que, desde que tuvo lugar el referéndum, la embajada alemana ha recibido más de 3.000 solicitudes por parte de familias judías residentes en Reino Unido. Antes de la votación, sólo eran unas 20 al año.
De nacionalidad: europea
Para muchos de los que votaron 'sí' al Brexit, la salida de la Unión Europea significa proteger la tierra verde y agradable de Reino Unido y abrazar al mundo entero, en vez de solamente la parte europea. Pero eso no es algo con lo que Anita Lasker-Wallfisch esté de acuerdo. Nacida en Alemania, la abuela de Simon ha vivido en Reino Unido durante más de 70 años. Fue enviada a Auschwitz a los 16 años, de donde logró salir con vida gracias a saber tocar el violonchelo:
"Llegué en el momento en que el comandante del campamento quería crear una orquesta. Porque había orquestas en todos los campamentos, y era cuestión de "si ellos tienen una banda, nosotros también", recuerda Anita, que emigró a Reino Unido una vez concluyó la guerra: "Juré que nunca más volvería a poner un pie en Alemania".
Ahora su nieto va a convertirse en alemán. Anita, no obstante, ve la situación con otros ojos: "Mi nieto es un músico que viaja, es un europeo. No tiene nada que ver con el alemán", dice Anita, que asegura que no va a "permitir a los alemanes que piensen que queremos ser alemanes de nuevo, ¡olvídalo! Europeo, mi nieto es un verdadero europeo".
Simon asegura ser afortunado ya que, pase lo que pase, podrá seguir tocando y cantando en Europa y Reino Unido como lo hace hoy. Está por ver si todos los británicos tienen la misma suerte.