En Costa de Marfil una empresa chocolatera utiliza la energía de una bicicleta para transformar los granos de cacao en la pasta que dará lugar a deliciosas tabletas de chocolate.
Para su propietario, Dana Mroueh, este proceso de producción de chocolate orgánico va en línea con su filosofía de fabricación artesanal y sin dañar al medioambiente.
La industria chocolatera está provocando la deforestación del país y los activistas dicen que a este ritmo Costa de Marfil perderá todos sus bosques antes de 2034.