Alemania, Francia e Italia presionan al responsable militar del Gobierno paralelo de Tobruk, que ha anunciado una ofensiva sobre Trípoli, para evitar una nueva guerra civil en Libia.
Son imágenes distribuidas por las tropas leales al mariscal, Jalifa Haftar, del autodenominado Ejército Nacional de Libia, quien asegura que sus soldados avanzan hacia Trípoli, la capital del país.
Una zona controlada por el Gobierno de Unidad, que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
Mientras, Alemania, Francia e Italia advierten al mariscal que: "Nadie está dispuesto a aceptar ninguna conquista de facto mediante una operación militar. Hemos dejado bien claro cuál es nuestra posición y esperamos que la tenga en cuenta. Si esto no es así, veremos qué decisión adoptamos", ha dicho el ministro italiano de Exteriores, Enzo Milanesi, desde Francia.
Moscú señala directamente a las potencias de la Alianza Atlántica como responsables de la situación provocada en Libia, tras la caída del régimen de Gadafi.
"La crisis libia es consecuencia de la intervención de los países de la OTAN en 2011. Desde entonces es un estado fallido, llamemos a las cosas por su nombre, y un agujero negro. Tanto nosotros como Egipto, apoyamos a que sean los propios libios quienes decidan su suerte por sí mismos e inicien un diálogo constructivo sin fijar plazos artificiales", ha comentado el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Aunque tanto Egipto como los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí apoyan al mariscal, Jalifa Haftar, hay coincidencia en evitar unos enfrentamientos que bien podrían desembocar en una nueva guerra civil.