Tras más de cuatro años de obras, 8.000 millones de dólares de inversión (unos 7.100 millones de euros) y la muerte de al menos 27 trabajadores en accidente laboral.
PUBLICIDADAbre sus pistas el nuevo aeropuerto internacional de Estambul, la puerta de Asia para las aerolíneas de todo el mundo.
Su construcción ha supuesto 8.000 millones de dólares (unos 7.100 millones de euros), y la muerte de al menos 27 trabajadores en accidente laboral. Una circunstancia que ha provocado tensiones entre el Gobierno turco y los sindicatos, que han venido denunciado las presiones de los promotores de las obras conforme avanzaban los plazos.
Situado a treinta kilómetros al norte de la ciudad, a orillas del Mar Negro, tiene una capacidad para transportar 90 millones de pasajeros al año, en una primera fase, y se prevé alcanzar los 200 millones en un periodo de cinco años.
El nuevo aeropuerto internacional de Estambul es también la nueva base de la compañía turca de bandera Turkish Airlines.
El traslado desde el histórico aeropuerto internacional Ataturk ha supuesto más de dos días de trasiego continuo de casi 700 camiones que han transportado 47.300 toneladas de material.
El último vuelo desde el aeropuerto Ataturk despegó a las 3:00 de la madrugada, hora local, rumbo a Singapur.