Inmigrantes denuncian vejaciones en el "Guantánamo español": "Es un purgatorio"

"Peor que estar en la cárcel", coinciden internos y miembros de ONG cuando describen las condiciones del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en la capital española.
Así lo afirman en una carta firmada por un grupo de 101 inmigrantes en la que denuncian tratos vejatorios continuados, agresiones, deficitaria atención médica, irregularidades a a hora de realizar las expulsiones y obstaculización en los trámites de solicitud de asilo y a la hora de recibir visitas.
Los CIEs son centros de carácter no penitenciario que acogen a inmigrantes indocumentados durante un período máximo de dos meses, fijado por ley.
60 días sin respuestas
Construido en las instalaciones de la antigua cárcel de Carabanchel, un informe de 2015 elaborado por especialistas de Ciencias Jurídicas describía al de Aluche como el "Guantánamo español"
"Es un purgatorio", resume su experiencia a Euronews un oficial del ejército de Venezuela, que lleva más de 40 días allí interno. Santiago (prefiere no revelar su auténtica identidad) dice que llegó a España en 2016 huyendo de la situación de su país, y descubrieron que estaba indocumentado en un control policial.
Desde su ingreso en el CIE no ha podido ver un abogado, a pesar de que quiere tramitar una solicitud de asilo en España. Su esperanza es, que una vez pase el límite legal de 60 días de internamiento, no le expulsen del país y pueda salir en libertad, aunque asegura haber sido testigo de cómo devolvían grupos de compañeros albaneses, latinoamericanos y marroquíes en "vuelos militares" en medio de la noche.
"Aquí entramos muchas personas y ni siquiera sabemos si tenemos un abogado que nos va a defender", indica y precisa que la situación empeora para aquellas personas que no hablan español. "Hay africanos que acaban de llegar en pateras, que no saben cómo llegaron a este lugar, nadie se lo explica".
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¿Por qué es peor que estar en una cárcel?
El informe de 2015 apuntaba las semejanzas del centro de Aluche con el funcionamiento de una cárcel: "No sólo por la privación de libertad a la que se ven sometidos los internos, la estructura modular de sus instalaciones, el alojamiento en 'celdas' cerradas, o los férreos controles de vigilancia, sino por las condiciones en las que se produce el internamiento que redundan en sistemáticas y flagrantes violaciones de los derechos de los internos".
"Todo está cerrado, solo ves pantallas azules, no se ves la calle. Si yo no estoy privado de libertad, ¿cómo se llama esto? ¿Estar interno?", denuncia Santiago, quien dice que se siente como "el ganado" de Europa.
"No se asemeja ni siquiera a lo que es una institución penitenciaria, no tiene los canales regulares para tramitar tu caso, obtener una atención médica inmediata, ningún tipo comunicación para llamar a los policías", relata.
Santiago también denuncia haber presenciado agresiones por parte de algunos agentes de policía a sus compañeros. "Te dan palos", atestigua y asegura que hay internos con problemas psiquiátricos que no reciben tratamiento.
"Las únicas personas con las que interactuamos que no son policías, son dos personas de la Cruz Roja que nos traen un balón", indica que este es el único elemento de recreación con el que cuentan. "Estamos como perros, paseando de arriba a abajo todo el día". "Si hubiera sabido que este lugar existía no hubiera venido a España", afirma tajante.
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Xabier Gómez, del Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine, defiende que debería haber otras alternativas a los CIEs, porque las personas que están allí no han cometido un delito. "No debería ser una prisión, pero tiene un reglamento que se parece a la prisión, como por ejemplo el régimen de vistas".
Los CIEs están bajo la supervisión del poder judicial, explica el Ministerio del Interior de España a Euronews. Por el momento no quieren hacer declaraciones del escrito de los internos de Aluche, precisan.