Una operación kosovar en la frontera pone en alerta al Gobierno de Belgrado, que acusa a Pristina de estar intimidando en una zona particularmente sensible.
Tensión creciente entre Serbia y Kosovo. Una operación policial kosovar en la frontera entre ambos países puso este martes en estado de alerta al Gobierno serbio, que ha enviado a sus tropas a la zona ante lo que considera una provocación kosovar.
La operación policial, llevada a cabo contra el crimen organizado tras un año de investigación, acabó con la detención de una docena de personas, y al menos dos ciudadanos serbios resultaron heridos. La operación tuvo lugar en suelo kosovar pero en un territorio de mayoría serbia. Belgrado acusa no obstante a Pristina de estar intentado controlar la muy sensible zona fronteriza.
"Lo que puedo garantizarles, si el conflicto se intensifica o si hay más ataques contra el pueblo serbio es que Serbia ganará", decía en el Parlamento el presidente Aleksander Vucic.
Desde el ministerio de Asuntos Exteriores de Serbia denuncian además que durante esta operación las fuerzas kosovares habrían detenido a un funcionario ruso de la ONU que contaba con inmunidad diplomática. Según algunos medios, el detenido ya habría sido puesto en libertad.
20 años después de su conflicto armado, las conversaciones entre Belgrado y Pristina están prácticamente rotas desde el pasado mes de noviembre después de que de Kosovo implementara una serie de aranceles a los productos serbios.